¡Viva la República!
Qué mueran todas las princesas y que desaparezcan todos sus castillos. Al menos yo, no voy a ir a rescatarlas. Seguro que ellas también están hartas de esperar a sus príncipes azules. Que se junten al primer chulo que les guiñe un ojo y se olviden de sus vidas. En cuanto no se sientan como princesas, los dragones dejarán de pensar en ellas.
2 comentarios:
...tengo mucho de pez y muy poco de sirena...mucho de dragón y muy poco de princesa....ya se sabe, a la III va la vencida.
Salud (supongo)
Siempre habrá trovadores deseando encontrar princesas. Y mientras alguien busque algo, existirá.
Y yo lo busco.
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