

(La foto superior, Tierra de Medem, y una mañana de mudanzas, inspiraron este relato).
- ¿Crees que, al fin, has encontrado a tu media naranja?
- ¿Lo dudas?
- No. Quiero decir. No dudo que yo la haya encontrado.
- ¿Entonces?
Me encojo de hombros y tuerzo un poco el labio: - No sé, que me ha resultado muy fácil encontrarte. Es sólo eso.
- La culpa la tiene la literatura, que siempre te ha contado que para encontrar al ser que te complemente tienes que sufrir. Pero ya ves... ha sido supersencillo.
Y cerró los ojos mientras yo miraba al techo... Pensé entonces en los billones de kilómetros con que cuenta el universo, universo negro, negro cósmico... y que rodeados como estábamos de cantidades sobrecogedoras de espacio y tiempo, hayamos tenido la suerte de caer el uno al lado del otro.
3 comentarios:
orgela em
!ohcum .neibmat oy
(!odartnocne eh al néibmat oy)!oy Y
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