De noche, hablo con fantasmas que no me dan miedo.
Con los que llevo meses sin intercambiar recuerdos.
Y me cuentan qué hacen de sus vidas.
Y les cuento cómo va la mía. Que va lenta, les digo, con tranquilidad. Sin grandes sobresaltos. Con grandes esperanzas.

3 comentarios:

Clifor dijo...

Siempre es más hermoso lo que está por venir que lo que ya pasó.

Naxo dijo...

De vez en cuando llama por teléfono a esos fantasmas, o mándales un e-mail, para ver qué tal les va todo... ;)
Y sobre todo, mantén grandes esperanzas. Es lo que nos da fuerza día a día.
Saludos!

José Ignacio Montoto dijo...

Esperanzas siempre, buscaremos el blog ffantasmagórico.