
Se me ha ocurrido mirar qué día fundé este blog, que cada vez tiene menos vida, está más muerto. El 24 de febrero de 2006 escribí una entrada muy breve que decía: "Lo más duro es darte cuenta de algo y saber que ya nada va a volver a ser lo mismo". Obviamente, estaba en otro momento de mi vida, mi blog era negro. Tenías ganas de contar cosas, de quejarme de cosas. Vivía en otra ciudad. Y ya pensaba en volar. No me imaginaba que tanto.
Éste se va a convertir, se ha convertido, en el comentario número 150. 150 historias en algo más de 4 años. Además, hay otras 15 ó 17 historias que nunca me he atrevido a publicar. Son las historias que reciben la etiqueta de "Borrador". Al principio no había ninguno. Cada vez hay más. Los releo ahora y me parecen demasiado cursis unos, demasiado fuerte otros. Y entiendo por qué no los publiqué en su día.
Uno de esos primeros borradores, titulado "Un mundo a su medida", fechado hace más de 2 años, arranca así: "Vivía, día tras día, sin sentir, ni miedo ni placer, solo". Está acompañado por una foto de un jardín zen. Mi último borrador es de anoche. Y no puedo transcribirlo por pudor.
La inspiración e imaginación del principio ha dejado paso a una fuerte instrospección que va quitándome capas y más capas hasta dejarme desnudo. Más de lo que me hubiese gustado. Fuera profundidad. Bienvenido el surrealismo. Necesito un giro. Este blog necesita un giro.
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