Parece que, llegada una edad, vas por la calle caminando con más seguridad, que la gente te mira y no te importa, que la gente te mira... y te gusta. En realidad has de saber que es mentira, que nadie te mira, o al menos, que nadie te mira más de lo que te miraba antes. Lo único que ha ocurrido es que por fin te has atrevido a levantar la cabeza, has dejado de analizar las baldosas, y miras al frente, al infinito.
Feliz mayoría de edad (mental).
5 comentarios:
ole ole!
y que bonito poder disfrutar de esa sensación de levedad!!
veo que madrid te sienta bien!!
si me permites,
te hago un pequeño "homenaje" (realmente los odio) a ti y a Mastreta,
en mi blog.
gracias por las buenas palabras...
Hay que mirar más a las veletas que a las piedras del camino. Es la única forma de luchar por los sueños.
Salud
Has dado en el clavo...
Un placer leerte de nuevo
a mi no me sienta nada bien.
lo de crecer.
o envejecer.
digo
saludos
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