Las estrellas nunca se dejaron ver, quizás porque las teníamos bajo nuestros pies, y nos empeñábamos en mirar hacia arriba. Y arriba sólo había infinito, pero un poco menos del habitual. La presión hacía de las suyas.

1 comentario:

Itziar San Vicente dijo...

Y los pájaros entonces vuelan por el suelo?