Nuevos Aires
17 de octubre de 2011

...Hizo de tripas corazón, y leyó todas las notas que sus amantes le habían escrito en los espejos de su casa con pintalabios. Y no lloró porque tiene los ojos secos, pero no paró de reir, a veces a carcajada limpia, al descubrir que la expresión más usada por casi todos era "no pierdas esa sonrisa". Presisamente esa sonrisa que él creía haberse mutilado hacía años, razón principal por la que no soportaba ver más a aquellas personas que continuamente le rodeaban.

La felicidad le embargó. Y fue en busca de nuevas personas con las que hablar sin poder ocultar su dentadura perfecta. Apostando por el miedo.

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