La Depresión
4 de abril de 2012

Cada vez me cuesta más hablar con aquellas personas que durante algún tiempo de mi vida me acompañaban 24 horas al día. Los noto muy, muy lejos. Y en cierto modo necesito sentirlos así de lejos. No vayan a contagiarme su pesimismo.

Ahora me doy cuenta. Viven inmersos en una profunda depresión. Y no lo saben. No son felices -eso sí lo saben- y están intentando estirar algo a lo que no sé poner nombre, con la intención de que sus vidas den un viraje.

Me dan pena, y lo digo sin atisbo ninguno de soberbia o superioridad. Esta entrada no va de eso, de que yo hice bien y ellos hicieron mal. Cada cual hicimos lo que teníamos que hacer. Supongo. Pero me da pena, verles así.

No hay comentarios: