Madrid Año Cero
18 de agosto de 2011

Lo que está ocurriendo últimamente en Madrid (también en otros lugares de España y de Europa, pero mucho más intenso -y más próximo- aquí) es digno de un post.

Gracias en gran parte a Twitter, sí esa herramienta maligna que hace movilizarse a los jóvenes, estamos viviendo un momento histórico. Recuerdo a mi prima contarme cómo vivió la famosa noche de los transistores (ella no lo llama 23F). Y hace años una profesora de Historia me dijo que en cuanto anunciaron que tiraban el Muro de Berlín, voló allí para vivirlo en primera persona.

En los últimos meses se han vivido en Madrid varios momentos que me han dejado bastante impresionado. Y lo que queda... En mayo (y hasta hace tan solo unos días), el 15M, un grupo pequeño en un inicio, mastodóntico poco más tarde (sí, gracias a las redes sociales), y muy debilitado (pero aún con presencia) al final, hablaban de una utopía que a mí, sinceramente, me emocionaba, y me hacía creer en mí mismo. Y en toda esa gente.

(Paréntesis para recomendar la lectura de "
Indignaos" de Stephane Hessel. Breve y sencillo, nada de filosofía).

Ahora mismo, en este instante, hay una masa más o menos infurecida (hay de todo en la villa del señor), otra masa religiosa y orgullosa de su fe, y un grupo, entre medias, al parecer numerosísimo, que pretende mantener el orden. He leído que en Chueca se iba a reunir otro tanto para defender los derechos de los homosexuales.

Ayer hubo palos.

Al parecer hubo algunas personas (he visto un vídeo de un manifestante; y otro de un policía, que dan auténtica vergüenza) a las que no les bastó con las palabras.

He querido recalcar varias veces que estos días que vivimos han sido intensificados en gran medida a las redes sociales (en especial, a Twitter) porque creo que, por fin, parece que la gente hemos despertado, y nos atrevemos a hablar, a manifestar una opinión, sea cual sea. Estamos debatiendo.

Algunos creerán que son 7 perroflautas que no tienen dónde caerse muerto; que son unos frikis a los que les han lavado el cerebro; lo que ya no pueden decir es que los jóvenes estamos dormidos. Estas semanas, ya meses, España lo está demostrando. Para bien o para muy bien, estamos viviendo unas jornadas muy intensas, donde sería preferible que no "ganase" la fuerza, sino el discurso más coherente. Y que todos nos escuchásemos.

He de reconocer que me dan un poco de grima (y de miedo) los peregrinos que desde el lunes inundan el centro y los transportes en Madrid. Me dan pereza. No les entiendo. Es más, me dan lástima. Y no entiendo cómo un grupo de 30 portorriqueños se han gastado X para ver una silueta de color blanco a 500 metros y con 38 grados de temperatura.

Me cae mal la iglesia, muy mal. Y todo lo que hay a su alrededor me da rabia. Me jode que opinen de asuntos privados que no tendrían que interesarles. Que decidan si una mujer violada o que teme por el estado de su futuro bebé no puedo abortar. Que mantengan su rectitud con el tema del preservativo en África. Que sigan creyendo que hay un grupo de personas que están enfermas por sentirse atraídas por otras personas del mismo sexo (o mejor aún, no los vean como enfermos, pero mantengan que pueden vivir en sociedad mientras vivan en castidad).

Quizás haga un esfuerzo y yo también me siente un día de estos a hablar con un peregrino que quiera explicarme su forma de vida. Mientras no me dé respuestas de libro, todo irá bien.

3 comentarios:

Inocente82 dijo...

Por si alguien sigue leyendo, quiero copiar esto que he encontrado en:

http://www.vidahumana.org/vidafam/iglesia/abortar-nacer.html

Es acerca del aborto en los casos de violación o enfermedad del futuro bebé. Ahí va:

"No desconocemos estas grandes dificultades: puede ser una cuestión grave de salud, muchas veces de vida o muerte para la madre; o la carga que supone un hijo más, sobre todo si existen buenas razones para temer que será anormal o retrasado; la importancia que se da en distintos medios sociales a consideraciones como el honor y el deshonor, una pérdida de categoría, etc. Debemos proclamar simplemente que ninguna de estas razones puede jamás dar objetivamente derecho para disponer de la vida de los demás, ni siquiera en sus comienzos." (No.14) 11

Esta respuesta puede parecer descorazonada cuando se mira sólo desde el punto de vista de la madre. Sin embargo, cuando se mira desde el punto de vista del niño no nacido, es correcta y justa. El niño no ha cometido ningún crimen que pueda justificar quitarle la vida.

Twice dijo...

Vaya..vaya...pelín peliagudo el tema.

Yo no puedo opinar como madre, sólo como mujer, como persona...no puedo hablar por las demás, pero yo creo que, aunque cada caso es distinto, en general la madre debería decidir lo que hacer cuando el bebé tenga riesgo de no nacer sano. Respecto a los demás casos...siempre se puede dar en adopción. Es complicado opinar de una manera general, pero creo que es bueno "mojarse", aún a riesgo de meter la pata, o encontrarse "enemigos".
En cuanto a la Iglesia, opino más o menos como tú, pero añadiré que cualquier tipo de religión me merece la misma opinión, cuando deja de ser Fé en Algo, para convertirse en Negocio. Un día leí en algún libro, que las religiones siempre han sido las causas de las guerras más cruentas. No puedo expresar aquí todo, pero sería mi resumen.

Y lo que más me gusta (surta efecto o no) es ver a la juventud "en movimiento".

Me ha gustado mucho tu post.

:-)

Inocente82 dijo...

Gracias, Nguzo. Totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Ciao!